Tomas conmutadas revestidas de metal se usan comúnmente en entornos industriales, comerciales y al aire libre donde deben poder soportar entornos hostiles y un uso intensivo. A menudo se encuentran en fábricas, almacenes, garajes, talleres y obras de construcción.
La carcasa de metal brinda protección contra el polvo, la humedad y los impactos, lo que los hace más resistentes y duraderos que los enchufes de plástico. Los interruptores en estos enchufes también tienden a ser más robustos y capaces de manejar corrientes y voltajes más altos.
Además de su durabilidad, los enchufes con interruptor revestidos de metal también se prefieren en entornos donde puede haber riesgo de incendio o explosión, como refinerías de petróleo o plantas químicas, debido a sus propiedades no inflamables.
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